Llamado al ministerio a la temprana edad de 21 años, es ungido y reconocido Pastor por el Presbiterio del Ministerio convirtiéndose así en el primer co-Pastor del entonces Obispo Luis Acevedo Valenzuela, a la edad de 27 años y producto del fallecimiento del Obispo Acevedo, debe responsabilizarse de la iglesia local que se econtraba en constante crecimiento, con un hambre y celo por las cosas del Señor.
A raíz del firme llamado y una fuerte revelación de la Palabra, teniendo 35 años es nombrado presidente de la corporación que a estas alturas contaba con un gran equipo de pastores a nivel nacional. Albergando siempre el ferviente deseo de conquistar almas para Cristo dirije nuestra misión en un proyecto de plantación de iglesias a nivel sudamericano con el nombre de «Visión 2000».
El año 1997 a la edad de 41, el presbiterio le nombra Obispo de la corporación que para entonces no solo contaba con presencia en nuestro país, sino en varios paises a nivel sudamericano.
Recientemente el Obispo se hace parte de un equipo globalizado de pastores en el trabajo de alcanzar al mundo para Cristo, de esta forma y con el apoyo del ministerio internacional Global Project es desafiado a plantar nuevas iglesias en el país, de las cuales ya se están trabajando dos de ellas.
Motivado con una palabra que Dios plantó en su corazón el año 2000, donde el Señor le dijo: «De aquí a 10 años nuestra nación será distinta a partir de la Iglesia», mueve el ministerio con el fin de cumplir el fuerte anhelo de cambiar la nación y dejar una herencia a nuestras futuras generaciones.
El año 1999, el Obispo viaja a la nación de Colombia a conocer acerca del movimiento celular, una vez llegado a Chile comienza la implementación de esta visión que es de mucha bendición en otras naciones del mundo llamada «Visión Celular», esta visión es compartida por el Obispo con muchas congraciones del país.
Su propuesta es llevar a Cristo a todos los hogares de Chile y así ver cumplida la palabra que Dios le diera a esta nación en el avivamiento del año 1909 donde versaban las palabras «Chile será para Cristo».